HIPERTENSION ARTERIAL

La Hipertensión Arterial se define como un aumento sostenido de la presión arterial por encima de los valores normales, que se encuentran entre 120 y 129 mmHg para la presión sistólica (o “máxima”) y entre 80 y 84 mmHg para la presión diastólica (o “mínima”).

Esta condición es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio y los accidentes cerebrovasculares (ACV). Además, puede causar daños en órganos vitales como los riñones, la retina y el sistema nervioso.


Síntomas y Diagnóstico

En muchos casos, la hipertensión no presenta síntomas evidentes, lo que la convierte en una “enfermedad silenciosa”. Sin embargo, en algunas personas puede manifestarse con:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas.
  • Palpitaciones.
  • Desmayos.

Si no te has realizado controles con un médico clínico en el último año, es importante que lo hagas lo antes posible. El profesional medirá tus valores de presión arterial y, si están elevados, te indicará los pasos a seguir.

Los pacientes hipertensos que siguen su tratamiento al pie de la letra tienen menos probabilidades de desarrollar complicaciones graves.


Prevención y Tratamiento

Para prevenir la hipertensión arterial, se recomienda:

  • Realizar controles clínicos regulares a partir de los 20 años.
  • Mantener una dieta equilibrada con bajo contenido de sal.
  • Evitar el sobrepeso y el consumo de tabaco.
  • Practicar ejercicio aeróbico de manera regular.